Madrid: Una boda real empapada por la lluvia y un movimiento antimonárquico anulado por la policía

Hoy se ha demostrado una vez más que la monarquía española es una monarquía impuesta y policial. Durante muchas semanas hemos sufrido el bombardeo de los medios acerca de la boda real y el recorrido que harían los novios tras casarse, y pese a ello, el resultado no ha sido tan satisfactorio como algunos esperaban.

La lluvia ha jugado del lado del movimiento antimonárquico, que ha disfrutado viendo los forzados cambios de ultima hora que por culpa del agua se han realizado en el millonario plan "para que los ciudadanos celebren la boda del siglo". Hay que decir que los ciudadanos que celebraban el paso del lujoso coche real no superaban el número de policías y periodistas que cubrían el evento. Podría haber hecho sol pero llovió a mares. Este hecho fue suficiente para que la gente se quedara en su casa y demostrara que su entusiasmo por la monarquía no es tanto como lo pintan en los medios.

Ciertamente hubo también otros mares, mares de policías. Un océano de uniformados cacheó e identificó a toda persona "sospechosa" que se acercó al tramo de la zona centro de Madrid por donde pasarían los principes, impidiendo así que el movimiento contra la monarquía pudiera llevar a cabo acción alguna en los alrededores. Sin embargo no muy lejos de allí, en la Plaza del 2 de mayo, cientos de personas se concentraron y corearon consignas republicanas y antimonárquicas.

Hay que tener en cuenta que el supuesto "fracaso" de la boda, que algunos sectores de la izquierda como Corriente Roja señalan, no lo es tanto. Es cierto que el apoyo de la población en la calle fue mucho menor de lo esperado, pero no olvidemos que esta es una monarquía franquista y policial cuya principal base social reside en los de votantes del PP.

Por tanto la pregunta es, ¿qué papel ha jugado la izquierda hoy en esta descolorida boda?

La lluvia les obligó a hacer un poco el ridículo, pero esa es la tarea del movimiento contra la monarquía, que hoy fue anulado en todo momento por las fuerzas represivas. Lo demás lo absorbe el circo mediático.

Cabe destacar como positivo en esta coyuntura la animada y rebelde manifestación del 21 de mayo en la Puerta del Sol y los numerosos llamados a la movilización que algunos casos finalmente fueron recogidos en los medios corporativos. Para el futuro habría que ajustar detalles organizativos para ser nosotros los protagonistas del día y no el tiempo.