Madrid en pie

El llamado “Gobierno de Progreso”, con la complicidad de la mayoría de los medios de comunicación, pretende dar la imagen de que la única contestación que hay a su política en la calle es la de la derechona. Es una imagen simplona que les permite autoconstituirse como la única alternativa posible con utilidad para las clases populares: ¡O nosotr@s o la extrema derecha!

Esta estrategia no es nueva, la vienen utilizando desde el inicio de la Transición: “o reforma pactada o Búnker” fue el mensaje en el segundo quinquenio de los años 70 del pasado siglo, mensaje que les permitió llevar adelante la “transición que condujo a la II Restauración Borbónica”, tal como Franco había decidido en su testamento político.

Pero ese juego a estas alturas está muy desgastado. Una parte muy significativa de la sociedad, especialmente la gente joven, no comulga ya con esas ruedas de molino.

Están tolerando las movilizaciones de la extrema derecha en las calles y prohibiendo las de la izquierda social y política porque es la imagen que les interesa. Ese es un juego político peligrosísimo, una táctica que supone jugar con fuego. La practicaron en la República de Weimar (Alemania) en los años veinte del siglo XX y consiguieron como resultado el ascenso del nazismo al poder.

No estamos viviendo momentos para dar prioridad a la “política de imágenes”, estamos viviendo momentos de extrema gravedad que continuarán en los próximos meses y años, con un alto grado de incertidumbre en todos los planos. La política progresista tiene que hacerse sobre bases serias y rigurosas y con proyectos que permitan dar soluciones estratégicas a los grandes problemas que nos afectan: económicos; sociales; de ubicación internacional y por supuesto políticos en su plano general.

Desde la Coordinadora 25-S, asambleas de pueblos y barrios de Madrid, organizaciones sindicales, sociales y políticas, etc. se están impulsando movilizaciones para neutralizar el intento del fascismo para hacerse con las calles con la colaboración del Gobierno.

En Vallekas, Carabanchel, Alcorcón, Usera… y en los próximos días en Vicálvaro, Moratalaz, Móstoles, Hortaleza… la gente está saliendo a la calle a decir que Madrid es la ciudad de la lucha antifascista, de la lucha republicana y feminista, que es la ciudad del “¡No pasarán!”.

Para el miércoles día 20 de mayo se solicitó una concentración en la Plaza de las Cortes, frente al Congreso, para denunciar la involución democrática y para exigir la derogación de la Ley Mordaza. La Delegación del Gobierno en Madrid la ha prohibido tal como hizo con la solicitada para el 23 de abril, a pesar de que en ambas se garantizaba el cumplimiento de todas las medidas sanitarias de prevención ante la COVID 19.

A pesar de la prohibición, una representación de los/as convocantes estará en el lugar, demostrando que nuestra lucha no es de postureo, es de absoluta necesidad desde el punto de vista democrático y de justicia social.

NO PASARÁN