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Estado español, Madrid :: 11/03/2022

¿Por qué Aznar acusó a ETA del 11-M? La pista del petroleo ecuatoguineano

Cyrille Martin
Se cumplen 18 años los atentados del 11-M y el sospechoso principal -la OTAN- sigue perjudicando impunemente, causando guerra tras guerra, como en Ucrania estos días

Pero hoy no nos enfocaremos en la OTAN sino en uno de los que fueron sus lacayos - Aznar – para proponer una explicación inédita a uno de los misterios del 11-M: si fue un atentado “bajo bandera falsa” cuya meta era que los europeos adoptaran la ideología del choque de civilizaciones y que apoyaran nuevas guerras, ¿por qué Aznar acusó a ETA y no a Al Qaeda?

Es esencial contestar esta pregunta porque – como es natural – a mucha gente le cuesta creer que el 11-M pudo formar parte de un plan diseñado por los imperialistas atlantistas, dado que al final Aznar – una pieza clave de este plan – lo echó todo abajo, lanzando acusaciones a chivos expiatorios que no eran Al Qaeda. ¿Se equivocó porque no le habían puesto al corriente del plan? o ¿Decidió a última hora salir del guion para jugar su propia partida?

Antes de abordar las contradicciones internas del imperialismo, recordemos brevemente las premisas de nuestro razonamiento: las investigaciones de la izquierda radical sobre el atentado en sí. Entre otros, el colectivo Dek Unu (en Kaosenlared) y la red Voltaire probaron que la investigación policial y el juicio fueron una farsa. Además sacaron a la luz una gran cantidad de indicios que apuntaban a una operación bajo bandera falsa por parte de los servicios secretos de la OTAN. [Eso se confirmó en el seguimiento de La Haine (que le costó un brutal ataque DDos a la web) a las manifestaciones multitudinarias frente a la sede del PP en la calle Génova de Madrid, rechazando la farsa del régimen de Aznar].

Llevando a cabo un falso atentado islamista en Europa, su objetivo hubiera sido aumentar el consentimiento de los europeos a su campaña de conquistas imperialistas: Afganistán, Irak, y todos los países supuestamente cómplices del terrorismo islamista. Al igual que al pueblo norteamericano se la había fabricado el consentimiento (según la expresión de Noam Chomsky) a esas guerras, utilizando el trauma que fue el 11-S. Esas investigaciones convencieron a Julio Anguita, quien declaró que no había sido ni islamistas ni ETA, sino que veía “implicaciones fuera de España, de alta política”. Carlos C. y el autor del presente texto realizaron documentales en este sentido, llegando este último a ser difundido por la cadena internacional TeleSur. [1]

1. El contexto internacional en marzo del 2004

Para entender mejor por qué Aznar reaccionó así, hace falta recordar el contexto al nivel internacional y español. Para los mas jóvenes puede que resulte difícil imaginarse hasta que punto el imperialismo se desató en los años siguientes al 11 de septiembre del 2001, cuando intentó imponer una atmósfera apocalíptica de choque de civilizaciones y de "cruzada contra el terror". Y para los que si se acuerdan de esa atmósfera, probablemente no hayan llegado a saber que el plan de esta cruzada no se limitaba a invadir Irak, como lo desveló el General estadounidense Wesley Clark (antiguo jefe supremo de la OTAN), en declaraciones que por supuesto quedaron poco mediatizadas. Según le informaron desde el Pentágono, la guerra de Irak solo era la primera etapa de un plan de conquista de 7 países de Oriente Medio en un plazo de 5 años  : Irak luego Siria, Líbano, Libia, Sudán, Somalia e Irán [2]. Con el paso de los años se puede comprobar que todos los países de esta lista han sido desestabilizados o directamente atacados. Pero este plan tardó mucho mas en concretarse a causa de un obstáculo grande: la falta de apoyo, desde su primera etapa, por parte de los aliados europeos de Estados Unidos. Francia y Alemania se negaron a enviar tropas en Irak, e Italia y España enviaron unos efectivos muy reducidos: unos 1000 soldados.

En este contexto, un macro-atentado en suelo europeo pudiera haber servido para convencer a las opiniones públicas europeas y a sus gobiernos para que se implicasen mucho más en esta cruzada. Así que, como mostraron las investigaciones ya mencionadas, es muy probable que se planificó un atentado bajo falsa bandera. Pero ¿en qué país venía mejor que se ejecutara?

2. España en marzo del 2004

Hacía falta unos poderes locales - ejecutivos y judiciales - que colaboraran con este plan al menos de forma tácita. Y sobre todo un jefe del gobierno que se lanzara a fondo en la retórica de la guerra global contra el terrorismo, idealmente hasta acusar a uno de los países de la lista, al igual que Irak había sido falsamente acusado de colaborar en el 11-S.

España era la solución ideal ya que el presidente Aznar estaba muy involucrado en la propaganda de la "guerra contra el terror". Había declarado delante del propio congreso español que ya habían sido arrestados en España colaboradores de Abu Musab Al-Zarqawi, quien según la propaganda de los medios dirigía la resistencia en suelo iraquí contra el ocupante norteamericano, a la vez que planificaba atentados en Occidente. Esas declaraciones de Aznar habían provocado bastante sorpresa en la época[3]. Al nivel judicial se contaba probablemente sobre el juez Baltasar Garzon, que se encargaba hasta entonces de las redes islamistas en España. Acusaba a Irán de amparar a la cúpula de Al-Qaeda y se consideraba a sí mismo como el campeón mundial de la acción judicial en su contra, siendo el único juez en el mundo en demandar oficialmente a Bin-Laden por el 11-S (ya que recordamos que en los propios Estados Unidos nunca existió ningún caso abierto en ese sentido).

Todo parecía estar preparado para desatar una reacción en cadena: un macro-atentado podía ser la chispa que desembocaría en una nueva guerra, contra uno de los países de la lista. Entonces ¿que falló? ¿Por qué Aznar se lanzó a acusar a ETA en vez de a Al Qaeda?

3. Aznar en marzo del 2004

Aznar estaba acabando bastante impopular su segundo mandato como presidente del gobierno. Se iban a celebrar las elecciones generales el 14 de Marzo y los españoles parecían dispuestos a volver a dejar que gobernara el PP, pero no con Aznar al frente. Aparte de casos como la gestión desastrosa de la crisis del petrolero Prestige, su forma de dirigir muy autoritaria había hartado al electorado. Pagaba decisiones como la de declarar la guerra a Irak en 2003, que tomó casi personalmente, sin siquiera consultar a su propio partido.

Es importante preguntarse por que motivos tomó la decisión de apoyar esta guerra. Se han difundido varias ideas al respeto: que pudo ser por sus convicciones ideológicas, pero casi nunca se tomó la molestia de explicitarlas claramente. O que pudo ser una decisión estratégica con el fin de darle grandeza a España, para que destacase entre los países europeos, aunque al final no permitió que las empresas españolas participaran mucho en la reconstrucción de Irak. En realidad sus motivos para atacar Irak fueron probablemente muchos mas prosaicos, y puede que tuvieran que ver con otro país con olor fuerte a petroleo.

4. Guinea Ecuatorial, el 7 de marzo del 2004

4 días antes del 11-M ocurrió un evento geopolítico rarísimo en la única ex-colonia española en África subsahariana, Guinea Ecuatorial. Una coincidencia que llamó la atención a varios investigadores del 11-M. Aquel día se frustró un golpe de estado a Teodoro Obiang, el presidente de este país pequeño pero con recursos petrolíferos muy grandes. Los golpes de Estado son bastante frecuentes en esta región del mundo pero este tenía unas características muy anacrónicas, propias de la época del colonialismo, cuando las potencias imperialistas tenían un fuerte sentimiento de impunidad y les daba igual aparecer a través de la cortina, moviendo los hilos. Ya hace muchísimo tiempo que esas potencias suelen tomar mas precauciones para esconder mejor sus intereses detrás de actores locales. En cambio en el caso de esta intentona de golpe, se veía claramente que España estaba involucrada, ya que se encargó del traslado a Guinea Ecuatorial del que tenía que convertirse en el nuevo presidente, Severo Moto, auto-proclamado presidente del gobierno en exilio, residente en España. Además España mandó buques de guerra en las aguas Ecuatoguineanas durante esos días.

Pero era mas obvio aun que la operación clave del golpe quedaba en las manos de los anglosajones. El golpe de mano en sí lo organizaron varios dirigentes de empresas de seguridad (como Executive Outcomes, o sea empresas de mercenarios) con vínculos notorios con los servicios de inteligencia norteamericanos y británicos. Simon Mann, Tim Spencer, Nick du Toit, Ely Calil, Mark Thatcher (el propio hijo de Margaret), entre otros, reclutaron a un centenar de mercenarios y montaron el plan para hacerse con las riendas de Guinea Ecuatorial. Pero el día 7 de marzo el avión que los transportaba allí fue detenido durante su escala en Zimbabue por la policía de este país, así que el golpe fracasó. Tan extraordinaria intentona de golpe de Estado fue investigada por varios periodistas al nivel internacional. A muchos les asombraba que los golpistas hubieran emprendido un proyecto tan aventurero, pero en realidad el sentimiento de impunidad que parecían tener era característico de la dinámica del imperialismo de los años Bush.

El investigador holandés Mark Blaisse llegó a entrevistarse con el presidente Obiang cuya palabra, aunque sea la de un dictador, nos puede ayudar a entender mejor el mundo sin piedad donde los poderosos se enfrentan entre sí también. En su libro[4] Mark Blaisse analiza el contexto internacional y llega a plantearse la misma pregunta: "¿A cambio de qué España declaró la guerra a Irak?". Esta pregunta también se la hizo a Obiang, el cual esta convencido de que Aznar apoyó a Bush en Irak a cambio de que los anglosajones apoyaran a Aznar para derrocarlo a él. Este acuerdo se hubiera hecho durante el famoso encuentro de las Azores. De hecho según testificaron varios procesados por el golpe, a las reuniones de preparación del golpe asistía el empresario español Antonio Sánchez como enviado especial de Aznar. Tenían lugar en hoteles como el "Duque de Alba" en Madrid, y Sánchez estaba presente el día en que se firmó un contrato con Severo Moto en el que se describe cual sería el papel de los golpistas una vez Moto al poder.

Este contrato esta incluido en las anexas del libro: aparte de sumas de dinero importantes y de la nacionalidad Ecuatoguineana para los participantes al golpe, preveía la creación de una empresa nombrada Newco, dirigida por Simon Mann y sus cómplices, que hubiera sido la encargada de nombrar a todos los altos mandos claves del nuevo Estado Ecuatoguineano: policía, ejército, aduana, ingresos, telecomunicaciones. ¡O sea que iban a tener el control efectivo del país! Entre los puestos que se tendrían que repartir los golpistas, algunos iban a ser por supuesto muy lucrativos, como los vinculados a la producción petrolífera.

¿Iba Aznar a obtener personalmente una de esas prebendas como retribución de su papel en el golpe? Había sido el gran apoyo de Severo Moto y había enviado buques de guerra en aguas Ecuatoguineanas. Cabe plantearse la pregunta, ya que para mediados de marzo iba a estar libre de cargo ganara quien ganara las elecciones generales del día 14. Así que iba a poder lanzarse en el negocio de la asesoría a empresas transnacionales, organismos internacionales y gobiernos extranjeros, como lo hacen tantos ex-presidentes. ¿Iba a convertirse en el “consejero” del nuevo presidente Severo Moto, su amigo personal? ¿en materia de producción petrolífera?

5. Poniendo las piezas en el orden

Ahora pongamos sobre la mesa todas las piezas del puzzle, desde los elementos de contexto geopolítico que repasamos, hasta la situación personal de callejón sin salida de Aznar. Si reconstruimos la secuencia cronológica aparece claramente una hipótesis que explicaría por qué Aznar acusó a ETA y no a Al Qaeda para el 11-M:

- 2003: Un grupo de altos mandos alrededor del presidente norteamericano Bush desea que un macro-atentado golpee Europa para que los europeos apoyen su cruzada contra el terror en Oriente Medio. Decide ejecutar uno bajo bandera falsa recurriendo a un servicio de inteligencia de la OTAN. Además el grupo Bush (como lo llamaremos de ahora en adelante) necesita que el presidente del gobierno del país que será golpeado lance de inmediato acusaciones a Al Qaeda, Al Zarkawi y/o a regímenes de Oriente Medio supuestamente cómplices, y oriente las investigaciones en este sentido. Ya sea que este presidente del gobierno entienda, o no, quienes son los verdaderos autores del atentado.

- finales del 2003: Probablemente a media palabra (como se suele hacer en las altas esferas del poder) el grupo Bush "compra" a Aznar para que juegue ese papel, a cambio de una situación económica muy lucrativa para su post-presidencia. Le promete unas prebendas en la futura Guinea Ecuatorial de Severo Moto, que el grupo Bush tiene que ascender al poder mediante un golpe de Estado para principios del 2004.

- principios del 2004: El grupo Bush encarga este golpe de Estado a unos mercenarios anglosajones vinculados a él.

- 7 de marzo del 2004: Pero el golpe falla y Aznar entiende que no tendrá sus prebendas.

- 11 de marzo del 2004, 7.40: A pesar de que el golpe de Estado en Guinea Ecuatorial haya fallado, el grupo Bush lanza la ejecución del 11-M, ya que espera que Aznar acusará igualmente a Al Qaeda.

- 11 de marzo del 2004, 8.00: Aznar se siente traicionado. Ya que considera que el grupo Bush no cumplió con su palabra a propósito de Guinea Ecuatorial, tampoco se siente obligado a cumplir con su parte del acuerdo, la de acusar a Al Qaeda en caso de macro-atentado. Piensa que le vendrá mejor acusar a ETA ya que este tema siempre le ha servido en su carrera política. En el caso en que haya entendido que había sido un atentado bajo bandera falsa, pudo también influir en su mente susceptible el deseo de vengarse del grupo Bush, poniendo trabas a su plan de poner en escena un macro-atentado de Al Qaeda.

Aznar optó por condenar a ETA. No lanzó acusaciones inmediatas y directas a Al Qaeda, Al Zarkawi, ni a ningún régimen de la lista de Wesley Clark. Así que el grupo Bush no consiguió su objetivo de aumentar el consentimiento de las opiniones públicas europeas a sus proyectos de nuevas guerras en Oriente Medio, o en medidas mucho menores a las que esperaba. En este sentido, el periodista de El Mundo Fernando Múgica, que fue el pionero en la investigación del 11-M, decía que “el tiro había salido por la culata”.

En 2009, cuando le tocó a George Bush terminar sus propios mandatos presidenciales, se dieron las tradicionales celebraciones y condecoró a sus mejores aliados internacionales con la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor honor civil en Estados Unidos. Entonces toda la prensa se preguntó por qué había invitado al inglés Tony Blair, al australiano John Howard y al colombiano Alvaro Uribe, pero no a José Maria Aznar.[5] ¿Se había estúpidamente olvidado de él? O mas bien, ¿le hacía pagar haber echado su plan abajo?

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Notas

[1]http://eljanoandaluz.blogspot.com/2014/03/otan-perpetro-el-11-m-para-hacer_13.html

https://www.voltairenet.org/article163327.html

https://vimeo.com/121677878

[2] Democracy Now, 2 de Marzo del 2007 https://www.youtube.com/watch?v=GngpgCE5ubQ

[3] https://elpais.com/diario/2003/02/06/espana/1044486013_850215.html

[4] Reconstitution du complot international contre la Guinée-Equatoriale (libro publicado en francés en 2012)

[5] https://www.20minutos.es/noticia/442845/0/bush/premio/aznar/

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