Con la clase obrera no se juega

En un rápido paseo por Vallecas o por cualquier barrio obrero de Madrid, encontramos multitud de locales dedicados exclusivamente a las apuestas deportivas. Una lacra que se extiende cada día que pasa con la apertura de nuevos locales. Está es una manifiesta agresión contra nuestra clase a la que tenemos que responder organizadamente. Paro, precariedad, pobreza, falta de ocio para la juventud, represión policial, aumento del precio de la vivienda y de los productos básicos… la situación económica empeora día a día y lejos de detenerse, se acrecentará con la cercanía de una nueva recesión mundial y con ella una crisis económica que volverá –más aún- a pauperizar a la clase obrera.

En los barrios obreros se encuentra la población más vulnerable para la implantación de este tipo de negocio y es por eso donde se ha extendido más. Los barrios en los que más han proliferado son los que tienen las rentas más bajas, menos de 25.000 euros/año de media. Puente de Vallecas es en el más se han propagado, seguido de Usera, Villaverde, Carabanchel, San Blas o Latina.

No es casual, ya que la oligarquía sabe que es desde los barrios donde se puede establecer una oposición más fuerte a sus políticas reaccionarias y antiobreras. Familias castigadas por el capitalismo, sufren un nuevo golpe con este tipo de negocio que hace recordar a lo que pasó con la droga y especialmente con la heroína tiempo atrás. Vallecas sabe bien que se está jugando. Ludopatía y endeudamiento es el resultado de apostar. El “cebo” que utilizan es regalar cervezas e incluso regalar dinero – más de 100 millones de euros al año en todo el Estado - para facilitar el enganche del nuevo cliente adicto. El perfil del apostante es una persona joven y las consecuencias son abandono y fracaso escolar, violencia y robo para conseguir dinero para seguir apostando, desestructuración familiar, falta de ocio y de perspectivas, etc. El que gana es el capital, ya que paraliza el potencial revolucionario de una juventud que no puede más y cada vez se ve más ahogada y sin perspectivas de futuro.

Las principales casas de apuestas (bet 365, betway, betfair, bwin, codere, marathon) están en manos de la oligarquía. Éstas disfrutan de pingues beneficios (más de 1.000 millones en el año 2018) teniendo muchas de ellas su sede fiscal en Malta y Gibraltar para la evasión de impuestos. Todos los clubs de fútbol están patrocinados por casas de apuestas. La corrupción de los mismos y de los jugadores amañando partidos, cuya punta del iceberg ha aparecido hace poco, dan idea de las colosales dimensiones del negocio.

De igual forma el Estado y las comunidades autónomas han legislado durante la última década para dar mayores facilidades a su implantación sabiendo el peligro que conlleva este tipo de negocio. Una vez más se observa la complicidad entre capital y la clase política respondiendo únicamente a sus intereses de clase. Es por ello que no es casual que los mass media apoyen este tipo de negocio con agobiantes e insultantes anuncios utilizando deportistas de alto nivel para lograr atraer a la juventud.

La única respuesta válida es la organización y autodefensa de la clase obrera para paralizar esta lacra y todas las agresiones que venimos soportando y que posiblemente aumentarán con la cercanía de una nueva recesión mundial. No sirve conformarse con la regularización que quieren hacer los sectores reformistas. Se tienen que clausurar los locales de apuestas al igual que las páginas de apuestas online. Con este tipo de negocio sólo gana la burguesía y pierde la clase obrera. La organización y la lucha son la única salida para poder mejorar nuestras condiciones de vida y no una salida individual a través del juego que sólo trae la extensión del sufrimiento. Red Roja llama a la organización de la juventud combativa contra ésta y todas las agresiones del capital. La lucha es el único camino.