[Comunicado] 40 años de constitución, 40 años de represión

Con motivo del 40 aniversario de la aprobación de la Constitución del 78 queremos denunciar su carácter antidemocrático y antipopular. Una Constitución que recoge una serie de derechos y libertades que, a su vez, el Estado no tiene la obligación de garantizar. Tal como ocurre con el derecho al trabajo, el derecho a la vivienda o a una sanidad y educación enteramente públicas y de calidad. Sin embargo, sí que garantiza y protege a capa y espada la sacrosanta unidad de la patria, la monarquía y los privilegios de la Iglesia y de un puñado de oligarcas (banqueros, grandes empresarios, aristócratas, etc.) que amasan inmensas fortunas a costa del sudor y la sangre de millones de trabajadores y trabajadoras.

En este aniversario el Régimen va a tratar de lavarse la cara, para nosotros debe servir de recuerdo y de denuncia, pues no se puede ser de izquierda, ni demócrata, ni progresista sin una verdadera memoria.

Dicha Constitución fue redactada -en sus aspectos más fundamentales- por algunos elementos prominentes del franquismo, bajo el ruido de sables constante y la amenaza permanente de golpe militar. Además, no se consultó con el pueblo sobre los aspectos más relevantes como por ejemplo la forma del Estado, entre monarquía y república, no se reconoció el derecho de autodeterminación de los pueblos y tampoco se juzgaron los crímenes franquistas ni se reparó la dignidad de sus víctimas.

También denunciamos que la Transición se llevó a cabo bajo medidas de excepción: con decenas de partidos políticos ilegalizados, presos políticos, torturas... y donde centenares de personas que lucharon por la libertad y la democracia más amplia fueron asesinadas como consecuencia de la violencia policial: en huelgas, manifestaciones o en cuarteles y comisarías; o por parte de grupos de extrema derecha íntimamente relacionados con el Estado.

Al mismo tiempo, jueces, consejeros y ministros franquistas ocuparon nuevos cargos, los torturadores fueron amnistiados, el Tribunal de Orden Público franquista se convirtió en la Audiencia Nacional y la represión generalizada recayó con especial dureza contra todo aquel que siguiera combatiendo al Régimen. Después vendrían los 80 del autogolpe del 23-F y el terrorismo de Estado, y los 90 de la continuación de la guerra sucia. A torturadores como Billy el niño les sucedieron Galindo y otros cientos como él, que han seguido torturando hasta nuestros días y a quienes recientemente se le ha condecorado. Con la entrada en el siglo XXI llegó la Ley de Partidos y acto seguido la Ley mordaza y la reforma del Código Penal.

Y así, llegamos a la actualidad, donde vemos que la represión no ha parado de aumentar. Miles de personas han sido represaliadas en los últimos años por manifestar su rechazo a través de canciones, obras artísticas, opiniones en redes sociales o manifestaciones contra esa misma Monarquía impuesta, por protestar contra los recortes y, en definitiva, por luchar por una vida digna. Otros tantos, solo en Catalunya y durante el último año, han sido apaleados, multados y todo un Gobierno de la Generalitat está en prisión, a la espera de juicio y con largas peticiones de condena por ejercer su legítimo derecho de autodeterminación.

Por todo esto decimos que ésta no es nuestra Constitución, la del pueblo trabajador, sino de esa casta de privilegiados. Queremos una Constitución que contenga las verdaderas y legítimas aspiraciones de los amplios sectores populares y de los pueblos; y además, que estén garantizadas por el Estado. Ese Estado no puede ser el mismo que nos explota y oprime, sino otro enteramente nuevo. Por eso, la lucha contra la represión y por la recuperación de nuestros derechos y libertades debe estar ligada a la lucha por la conquista de una República Popular, verdaderamente democrática, y al servicio de todos los sectores populares.

Convocatorias:

- Manifestación, Jueves 6 de Diciembre a las 11:45 en Banco de España (Madrid)

- Charla y proyección, Sábado 8 de Diciembre a las 19:30 en CSO La Ingobernable (Madrid)