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[Análisis]Desalojado el hogar social Ramiro Ledesma, símbolo de la nueva estrategia neofascista
El pasado lunes la policía entraba en el edificio del Fórum Filatélico, que se había convertido en el mayor golpe de efecto mediático del extrema derecha española en décadas.
El pasado lunes 21 de septiembre de 2015, la policía entraba de madrugada en el antiguo y enorme edificio del Fórum Filatélico, el segundo ocupado por neonazis en los últimos años en Madrid, y que se había convertido en el mayor golpe de efecto mediático del extrema derecha española en décadas. La estrategia de presentarse como una especie de ONG que trataba de auxiliar familias españolas en situación precaria, que supuestamente no encuentran amparo en la administración, y que según la extrema derecha, sufren la discriminación ante el colectivo inmigrante, ha funcionado, y ha extendido aún más el falso rumor de que los recién llegados tienen privilegios a la hora de acceder a las ayudas públicas y los servicios sociales. Esta falsa afirmación (no existen criterios nacionales por ayudas públicas, sino económicos y sociales), ha conseguido ocupar horas en las principales cadenas de TV y ha movilizado barrios enteros contra el racismo y la xenofobia que esta estrategia persigue, y ha servido también para cubrir con una cara amable un movimiento hasta ahora relacionado siempre con la violencia y el odio al diferente.
Al Hogar Social se juntaban desde hooligans neonazis de varios equipos de fútbol españoles, hasta militantes de distintos partidos ultras, grupos neofascistas autónomos y militantes desencantados con las formaciones neofascistas que desde hace décadas han demostrado ser incapaces de unirse y consensuar unos mínimos para formar un amplio movimiento bajo una sola estrategia. Ahora sin embargo, parecía que el ejemplo italiano de Casa Pound de ocupar edificios y presentarse como "solidarios", combinado con el contexto de crisis económica y la ola xenófoba que se extiende por Europa, con el ascenso inédito de formaciones ultras a los Parlamentos nacionales, brindaba una oportunidad única al nuevo fascismo español. Esta estrategia también pasa por una nueva imagen que huye de la simbología tradicional y que apuesta por una nueva imagen que no les identifique de primeras con los viejos movimientos de extrema derecha. Ya no es necesario ondear la cruz celta o la esvástica, y mucho menos las relacionadas con el régimen franquista.
A pesar de este viraje estético, ya ensayado por Casa Pound Italia y anteriormente en España por organizaciones como Respuesta Estudiantil, Liga Jóven, el Casal Tramuntana Barcelona o Proyecto Impulso en Castellón, no ha sido difícil para los antifascistas desenmascarar quien había detrás de estos nuevos proyectos, y se han publicado en numerosas ocasiones las relaciones de sus portavoces y de sus miembros con formaciones nazis y fascistas bien conocidas en España. La prensa ha caído en la trampa de llevar al primer plano el falso rumor de los privilegios de los recién llegados frente a los "nacionales", haciendo así el juego, por puro espectáculo, a la nueva estrategia ultra .Incluso llegando a equiparar los neonazis con los vecinos y vecinas que se manifestaban contra el fascismo y el racismo y denunciaban precisamente esta estrategia de los lobos con piel de cordero.
Haber conseguido ocupar edificios como el del Fórum Filatélico, y anteriormente uno que pertenecía a Gao Ping, el empresario chino imputado por corrupción, hace pensar que detrás de esta "espontánea" estrategia ultra hay personas bien enteradas que, además, asesoran el grupúsculo que luego ejecuta la acción diaria.
Así como la estrategia de formaciones como Respuesta Estudiantil fue acudir a las manifestaciones de estudiantes con banderas de España y provocar a los manifestantes para luego dar la versión que habían sido expulsados "por llevar banderas de España" (obviando que todo el mundo sabía que eran neonazis y por ello se les expulsaba), está siendo utilizada de nuevo tanto para el Hogar Social como por las distintas formaciones neofascistas que se han apuntado a la caridad excluyente, es decir, a ayudar sólo a familias españolas. Así, cuando alguien protesta contra el Hogar Social, no es que esté protestando contra el fascismo y el racismo, sino que está "atacando a un grupo de jóvenes solidarios con su propio pueblo, que sólo da comida y alojamiento en familias desamparadas por la administración, víctimas de los privilegios de los inmigrantes en nuestro país ". Una forma de utilizar de escudo la precaria situación particular de determinadas personas que han preferido la ayuda de un grupo de neonazis antes que la de los servicios sociales del Estado. Y es que, según datos oficiales, siguen habiendo plazas libres en los albergues y alojamientos públicos servidos por el Estado, a pesar de que estos datos se esconden intencionadamente para destacar el mito xenófobo de la competencia por los recursos entre nativos y recién llegados.
Ahora no es de extrañar que los miembros del Hogar Social tengan ya pensado un nuevo edificio donde instalarse en breve. Pero primero, está la manifestación del próximo sábado 26 en Madrid, donde han anunciado la presencia de neofascistas italianos militantes de Casa Pound y miembros del partido neonazi griego Amanecer Dorado. Está por ver cómo evoluciona este movimiento, inédito en España hasta ahora, y que aún tiene un edificio ocupado en Zaragoza y una serie de partidos políticos neofascistas que han adoptado esta nueva estrategia de ayuda social discriminatorio. Todo dependerá también de cómo enfocan los medios de comunicación este nuevo fenómeno, si le dan legitimidad y caen en la trampa de llevar el debate allí donde los ultras pretenden, y por supuesto, de la estrategia de los colectivos antifascistas y antirracistas para desmontar los discursos demagógicos y contrarrestar la propaganda de estos grupos neofascistas.
Traducido por La Haine
