Alfredo Grimaldos; In memoriam
No temáis que se extinga su sangre sin objeto, porque éste es de los muertos que crecen y se agrandan aunque el tiempo devaste su gigante esqueleto.
Miguel Hernández (Elegía segunda)
Las personas viejas que combatieron en las trincheras contra el fascismo, recordaban que siempre caían prematuramente los mejores, los más lúcidos y arrojados. Alfredo Grimaldos ha sido uno de los mejores, situándose toda su vida en las trincheras contra el fascismo, la opresión y la hipocresía.
Tanto en su actividad como periodista de investigación, como en sus libros denunciando la farsa de la transición, sin olvidar su faceta de estudioso de la raíz popular del flamenco, Alfredo ha sido lúcido y arrojado, lo que le valió, como tantos periodistas comprometidos con la causa popular, tener que sobrevivir al ostracismo al que le condenó el sistema por no amoldarse a sus dictados gracias a sus publicaciones y el apoyo de sus incondicionales.
Porque Alfredo era también una persona entrañable, cariñosa y cercana, y compartir con él la barra de un bar o una sobremesa, mientras desgranaba mil y una anécdotas sobre las más dispares temáticas suponía un placer y un privilegio.
El fallecimiento de Alfredo Grimaldos deja un vacío inmenso en quienes tuvimos la suerte de conocerle, y para quienes le hemos leído y oído. Se pierde una referencia de honradez, coherencia y compromiso social. ¡Maldita sea! Los primeros en caer son siempre los mejores.
Que la tierra te sea leve.
Iniciativa Comunista, 4 de diciembre de 2020.