Akelarre papal

Qué bello ese instante cuando Ratzinguer bese el suelo de nuestra
patria y florezca la esperanza en nuestros corazones. Su santidad el
Papa llega en el momento más oportuno a nuestro castigado reino: el
Ibex 35 se desploma, la calificación Moody's marca una cifra record,
la prima de riesgo se eleva hasta cotas impredecibles, las bolsas
continúan en caída libre, Wall Street hace aguas, el índice Nikkei
pende de un hilo. Estamos entre la espada y la pared pues el rescate
de nuestra economía es inminente. -¿padre, por qué nos has
abandonado?

No hay duda que hemos sido escarmentados por nuestros pecados
capitales. España que otrora fuera la reserva espiritual de
occidente no es ni sombra de lo que fue. Hoy la lujuria y
libertinaje campean a sus anchas, la perdición y desenfreno, el
hedonismo y las bacanales son el pan de cada día. Nuestra sociedad ha
abrazado el ateísmo, la apostasía, el materialismo más vil nos
corroe el alma. Idólatras del becerro de oro, la gula y la
fornicación, enviciados con el porro, el cubata y la cerveza, las
drogas duras y las drogas blandas, ¡por la virgen! Herejes, habéis
ofendido al santísimo con vuestros desafueros: el condón, la píldora
del día después, el aborto,el adulterio, el divorcio, la eutanasia,
el lesbianismo y los matrimonios homosexuales.

Menos mal que el santo padre Ratzinguer tiene línea directa con el
altísimo, su poder sobrenatural es infinito y eso cuenta mucho en
estos momentos tan aciagos. Su santidad no es rencoroso y pone a
nuestra disposición el patrimonio de la santa madre iglesia con tal de
sacarnos del atolladero. Tú que estás sentado a la derecha del padre,
ten piedad de nosostros. No seáis tan soberbios, izad la bandera
amarilla y blanca del Vaticano en vuestros balcones y unios a su
angelical ejército.

Echad un vistazo a vuestro alrededor: la crisis económica, la
recesión, la deuda, el déficit fiscal y el euro que se va al carajo.
¡blasfemos, arrepentíos! Hemos tenido que empeñar hasta de las
alhahas de la abuela para capear el temporal. Y pensar que hasta hace
poco nos codeabamos con los países mas poderosos de la tierra. Se
cumplieron al pie de la letra las profecías de San Malaquías: millones
de parados claman a los cielos por un milagro, el costo de la vida, la
educación, la salud, el transporte, la cesta de la compra. Todo está
por las nubes y nosostros recogiendo las colillas del suelo para
hacernos un canuto. Los banqueros nos tienen pillados por los huevos,
condenados a treinta y cuarenta años de trabajos forzados.

Orad, orad junto al santo padre, entregados al ayuno y las plegarias,
recitad el santo rosario y el salmo miserere: « tenme piedad, ¡oh
Dios!,según tu amor, por tu inmensa ternura borra mi delito, lávame a
fondo mi culpa, mi pecado y purificame »

Es la hora de hacer acto de contricción y propósito de la enmienda,
agachar la cervíz y arrodillados darnos golpes en el pecho, confesar
que hemos pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Desde
luego que nos han caído las siete plagas de Egipto: su Majestad el Rey
está medio sordo y cojea que da miedo, su majestad la Reina doña Sofia
ha perdido los papeles y chochea encabritada, el príncipe Felipe sufre
de eyaculación precoz, doña Letizia necesita una nueva reencauchada y
las arcas del reino están exhaustas, Zapatero impotente ha tirado la
toalla convocando elecciones anticipadas para la fatídica fecha del
20 de noviembre ¡arriba España! Con tal de recobrar la confianza de
los mercados y mercadreres es capaz de venderle su alma al diablo,
el candidato Rubalcaba lucha por remontar en las encuestas y la
derecha fascistoide amenaza con tomar las riendas del poder. En fin,
en el horizonte se vislumbran negros nubarrones que no hacen más que
presagiar la hecatombe.

Welcome to Spain su santidad, te esperamos como agua de mayo, vienes
a levantarle la moral a nuestro sufrido pueblo. La procesión va por
dentro, Santo Padre, tus hijos descarriados merecen una nueva
oportunidad, un voto de confianza. Las llamas del espíritu santo
caerán sobre nuestras cabezas y se obrarán prodigios: los hipotecados
pagarán sus deudas, los parias, el lumpen, los perroflautas y los
indignados echarán pétalos de rosas al paso del papamóvil. Sólo nos
queda suplicar al altísimo misericordia para que ponga fin a este
viacrucis.¡El señor es mi pastor nada me faltara!

Ni el Real Madrid ni el Barcelona, ni la estrella más famosa del rock
a logrado reunir a millones de adolescentes tiernos y virginales.
Sólo tú señor rey de reyes eres capaz de convocar este histórico
macrobotellón para colmar a los hambrientos y sedientos con el cuerpo
y la sangre de Cristo. ¡dichosos los llamados a esta cena!

Es inaudito que en una época de vacas flacas sin ningún reparo se tire
la casa por la ventana. Parece mentira que un estado aconfesional
patrocine la megalomanía faraónica, los oropeles, la pompa y el
boato tan sólo para satisfacer la vanidad del emperador del Vaticano.
Todo un montaje faraónico, un satánico akelarre que desatará el
delirio colectivo entre los yonkis de Dios que con los ojos
deshorbitados bramarán eufóricos ¡yo soy adicto a Benedicto! Su
santidad, danos más opio, opio y cicuta. Se echarán las campanas al
vuelo mientras los coros celestiales interpretarán el Te Deum solemne
en honor al mesías. la España sacrosanta, la plana mayor del Opus Dei
aplaudirán al caudillo de la novísima cruzada nacional, los banqueros
y usureros lucirán sus mejores galas, los monarcas achacosos se
rendirán a sus pies, el gobierno en pleno, el sanedrín persignádose en
el nombre del padre, del hijo y el espíritu santo. Las legiones de
monjas, frailes, parásitos, las ratas y las sanguijuelas, los
eminentes prelados de la Conferencia Episcopal, los curas sodomitas,
los obispos y cardenales, beatas, beatos, la flor y nata del fascio
redentor vitorearán al espectro draculiano de Torquemada, el fariseo
defensor de los curas pedofilos y los violadores ensotanados.

Glorioso generalísimo que proclama la fe católica, apostólica y romana
de la nación española: « queremos ver un imperio y vosotros debéis
prepararos para esto...queremos que seáis obedientes...todo aquello
que forjemos hoy...no importa lo que hagamos pasará al olvido, pero en
vosotros Alemania perdurará... y cuando nosotros no podamos mantener
más...la bandera que lloremos desde la nada...vosotros los jóvenes
debéis mantenerla firmemente en vuestros puños... »

Carlos de Urabá 2011
Mar Muerto